La Parábola de la Vidriera
Del blog de la Communion Béthanie:
Una vidriera por la noche es una pared opaca,
tan sombría como la piedra
en la cual está engastada.
Hace falta luz
para cantar la sinfonía de los colores
cuyas relaciones constituyen su música.
En vano describiríamos sus colores,
en vano describiríamos el sol
que los hace vivir.
Conocemos el encanto de la vidriera
sólo exponiéndolo a la luz que la revela
transparentándose a través de su mosaico de vidrio.
Nuestra naturaleza es la vidriera sepultada en la noche.
Nuestra personalidad es el día que le alumbra
y que enciende en ella un hogar de luz.
Pero este día no tiene su fuente en nosotros.
Emana del Sol,
del Sol vivo que es la Verdad en persona.
Es el Sol vivo que los hombres buscan
en sus tinieblas.
No les hablemos del Sol,
esto no les servirá de nada.
Comuniquemosles su presencia
borrando en nosotros todo lo que no es de él.
Si su día nace en ellos,
conocerán quién es y quiénes son
en el canto de su vidriera.
La vida nace de la Vida.
Si brota en nosotros
de su fuente divina claramente manifestada,
¿quién se negará a beber de esta fuente
reconociéndola
como la Vida de su vida?
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