Gesto histórico: La Iglesia Presbiteriana de EEUU celebrará matrimonios homosexuales.
La asamblea general de la Iglesia presbiteriana de los Estados Unidos ha aprobado actualizar su definición de matrimonio para incluir las uniones entre personas del mismo sexo y permitir que sus pastores oficien bodas allí donde estas tengan validez legal. La decisión, que debe ser refrendada ahora por los presbiterios, supone un hito por lo que a la normalización del matrimonio igualitario en el ámbito religioso se refiere. Con sus 1,8 millones de fieles, la Iglesia presbiteriana es una de las confesiones cristianas más importantes de Estados Unidos.
“Cualquier matrimonio que el Espíritu Santo les invite a celebrar”
Un gesto saludado como “histórico”
Human Rights Campaign (HRC), que lucha a favor de la igualdad en el matrimonio, saludó esta decisión “histórica”
La Iglesia presbiteriana estadounidense decidió autorizar la celebración de matrimonios homosexuales, un gesto saludado este viernes como “histórico” por las asociaciones que los defienden.
La Asamblea General de la Iglesia Presbiteriana de EE.UU., que cuenta con 1,9 millones de fieles, aprobó el jueves una “recomendación” que deja a los oficiantes libertad para celebrar “cualquier matrimonio que el Espíritu Santo les invite a celebrar” en los estados del país donde la unión entre homosexuales es legal. Hoy, el matrimonio homosexual está permitido en 19 de los 50 estados, más la capital, Washington. El máximo órgano normativo de la Iglesia Presbiteriana de Estados Unidos reconoció como cristiano el matrimonio entre personas del mismo sexo, después de votar por amplia mayoría para incluirlo en la constitución de su iglesia, y agregar un texto explicativo en el que se declara que el matrimonio puede ser la unión de ‘dos personas’, no sólo de ‘un hombre y una mujer‘.
La asamblea general ha votado por 429 votos a favor y 125 en contra que el matrimonio pase de ser considerado solo una unión entre un hombre y una mujer a una unión entre dos personas en la Constitución de la Iglesia. Es cierto que los partidarios del cambio han hecho alguna concesión (en vez de definir el matrimonio como unión de “dos personas” se hablará de “dos personas, tradicionalmente un hombre y una mujer”), pero la importancia del gesto es indudable. La decisión debe ser ahora refrendada pues requiere el voto positivo de una mayoría de los 172 presbiterios en que está dividida esta iglesia, un proceso que puede llevar un año pero en el que no se esperan sorpresas.
Sin embargo, en un cambio de política que será efectivo a finales de semana, los delegados en la asamblea general de la Iglesia presbiteriana votaron a favor de que los ministros oficien bodas entre personas del mismo sexo en los estados donde estas uniones son legales y los líderes de la congregación local lo aprueben. En este caso, el resultado ha sido de 321 a favor y 238 en contra. Esta segunda decisión es de aplicación inmediata, quedando a criterio personal de cada pastor el celebrarlas o no. Diecinueve estados y el Distrito de Columbia reconocen el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Las votaciones, durante un encuentro nacional en Detroit, supusieron una amplia victoria para los presbiterianos defensores de los derechos de los homosexuales.
Estas decisiones se producen después de que en asambleas anteriores, en 1999 y 2008, se prohibiera a los pastores celebrar estos matrimonios. Fue en 2010 cuando otra importante votación dejaba ya claro que esta importante iglesia protestante había iniciado el cambio de rumbo en materia LGTB, eliminó las barreras a la ordenación de clérigos con parejas del mismo sexo, al aprobar la ordenación de pastores abiertamente gays (decisión refrendada por los presbiterios en 2011), pero a los ministros aún se les impedía la celebración de los matrimonios homosexuales y corrían el riesgo de sufrir sanciones de la iglesia si lo hacían. En 2010 la asamblea general presbiteriana también discutió la aprobación del matrimonio igualitario, que entonces fue rechazada por un estrecho margen.
Este proceso ha tenido lugar no sin tensiones entre conservadores y progresistas. Además de la concesión ya mencionada en la definición de matrimonio, hay que recordar la decisión de 2010 dio lugar al abandono de unas 350 congregaciones (algunas en ciudades importantes). A pesar de todo, La Iglesia presbiteriana estadounidense (PCUSA), sigue siendo la denominación presbiteriana más numerosa del país, con 10.038 congregaciones y 1,8 millones de miembros (hay que tener en cuenta que puede haber más de una iglesia organizada que pertenezca a una misma confesión protestante) y es una Iglesia protestante de origen escocés. Existen otras iglesias presbiterianas en EEUU, más pequeñas, que no celebran el matrimonio homosexual.
Human Rights Campaign (HRC), que lucha a favor de la igualdad en el matrimonio, saludó esta decisión “histórica” y dijo que los fieles saben ahora que “su confesión no se aleja de ellos sino que da un paso de gigante para ser más acogedora para todos”.
Alex McNeill, director ejecutivo de More Light Presbyterians, un grupo de defensa que milita a favor de los derechos de los gays en esta Iglesia, dijo acerca de las decisiones del jueves que “Este voto es una respuesta a muchas plegarias”, en un comunicado de la asociación para los derechos de los gays Glaad. eran ‘una respuesta a muchas oraciones‘.
El reverendo Krystin Granberg de la congregación presbiteriana de Nueva York, estado que reconoce el matrimonio gay, asegura que continuamente recibe peticiones de amigos y parroquianos para que celebre sus bodas. ‘Quieren casarse en el seno de la iglesia que aman y quieren que yo les case’ explicó Granberg durante el debate. ‘Y yo quiero un alivio pastoral‘.
Otras Iglesias protestantes autorizan el matrimonio gay en sus filas, según los estados, en los que dejan a los pastores decidir a conciencia, como en la Iglesia luterana evangélica, la Iglesia episcopal estadounidense y los metodistas.
Via Religión Digital y Panorama
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