Ricky Martin desafía a la ley en Marruecos cantando a su amor masculino

“Él es mi amante y mi amigo” cantó entre proclamas de libertad

Tiene 42 años y un físico no tan diferente a aquel con el que soliviantó el primer plató de televisión que pisó en España. Ocurrió “en 1999, en un programa de María Teresa Campos”, recuerda todavía Ricky Martin. Desde entonces, este puertorriqueño de habla confortable y bronceado perenne ha vendido más de 55 millones de discos por todo el mundo, ha conseguido que las emisoras finlandesas y suecas hablaran spanglish al ritmo de temas como Jaleo, tiene en su poder la mayoría de los premios musicales de prestigio que otorga la industria musical y ha figurado hasta en tres ocasiones en la lista de los hombres más bellos del mundo de People.

En lo personal, ha tenido dos hijos por subrogación gestacional (vientre de alquiler) y en 2010 publicó una autobiografía, Yo, en la que hacía pública su homosexualidad. Tal vez, “lo mejor” que le ha pasado, asegura. Ahora llega cargado con uno de los sencillos que acompañarán la Copa del Mundo de Fútbol de Brasil, Vida, y la promesa de actuar en España el próximo 25 de julio en el Starlite Festival.

Su anterior álbum se tituló Más música, alma y sexo porque llamarlo Vida, dijo, le parecía aburrido. ¿Ahora ya no opina lo mismo?

La palabra Vida me ha dado mucha suerte en toda mi trayectoria y, también, me ha perseguido: he cantado Livin’ la vida loca, La copa de la vida… ¡Creo que la adoptaré como talismán! Aquí me la he encontrado de nuevo por casualidad, ya que yo no he compuesto la canción: esta fue elegido en un concurso organizado por la FIFA. Y me parece estupendo que se llame así porque describe muy bien el espíritu de la Copa.

Se puede ser un ‘sex symbol’ toda la vida La Copa, el Mundial… ¿el fútbol es el opio del pueblo en el siglo XXI?

No, la ignorancia es el opio del pueblo. El fútbol es una distracción maravillosa y, para algunos, casi una religión. No solo no hace ningún mal, sino que une a los pueblos. Y un dato: cada vez que hay fútbol, baja la criminalidad.

Hace poco compartió escenario con la monja Sor Cristina. ¿La Iglesia ya no le tiene en la lista negra tras haber confesado su homosexualidad?

Espero no estar en ninguna lista negra, sería muy triste. Aquel episodio con Sor Cristina fue muy divertido: en casi todas mis canciones hay un toque de cachondeo y sensualidad y pregunté: “¿Pero que voy a cantar con la monjita?”. Al final elegimos La copa de la vida, que es más recatada, y todo fue bien. En cuanto a la Iglesia, no soy católico, aunque sí muy espiritual y respetuoso con todas las creencias. Y tengo un Dios con el que tengo conexión directa, que me quiere muchísimo y que me lo recuerda todos los días. Entre las religiones, me siento más cerca del budismo que del catolicismo.

¿Qué le atrae de sus enseñanzas?

El budismo dice que lo peor que le puedes hacer a otro ser humano es decirle que su fe es cerrada. Yo no soy quien para decirle a nadie que lo que cree está mal y tampoco quiero que nadie me diga que lo que yo creo está mal. Ahí nace la paz.

¿Salir del armario es casi un deber para que el colectivo gay tenga visibilidad?

Creo que sí, cada vez que un ser humano comparte su identidad sexual ayuda a que la sociedad lo vea como algo normal. Yo lo hice a través de un libro y es increíble la cantidad de gente que me dijo después de publicarlo que gracias a lo que había escrito, conocían mejor a sus hermanas, o a sus hijos, o a sus primos que eran parte de la comunidad LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transexuales). Cuando lo compartí expresé que lo que me ocurría era normal, que yo había nacido con esas emociones y que no hay nada malo en ellas, que mis emociones eran puras.

¿Entiende a los que prefieren el silencio?

Claro. Solo puedo hablar por mí, yo salí del armario porque necesitaba hacerlo para ser feliz. No hay palabras para describir la libertad, la paz y la calma que sentí al poder hablar con tanta naturalidad de lo que soy. Al igual que la mayor parte de la gente, tuve mi proceso de aceptación, pero puedo asegurar que todos los miedos que tenía antes de compartir con el mundo mi orientación sexual estaban en mi cabeza y al declararlo, se colapsaron y todo lo que vino después fue una ola de amor y de fuerza por parte de los medios de comunicación, de los fans, de mi familia y de mis amigos. Ha sido lo mejor que me ha pasado. Mi vida y la de todos los artistas internacionales es marketing

Tiene dos hijos y creo que ahora quiere una niña.

Sí, me gustaría tener más hijos.

Supongo que volverá a la subrogación gestacional (vientre de alquiler). ¿Qué le parece que en España no sea legal este proceso?

No puedo opinar sobre las leyes de España, solo puedo decir que gracias a las leyes que existen en EE UU que protegen a la madre que presta el vientre, al bebé que nace y al padre, he podido crear mi familia y millones de familias han podido crecer y formar también su familia. Pasar por este proceso es duro y tienes que quererlo de verdad. Mis hijos fueron muy deseados. Existe la adopción y otras vías, pero cuando tienes leyes que protegen a las tres partes no veo por qué no hacerlo.

¿Hasta qué años se puede ser un sex symbol?

No sé, supongo que toda la vida. Marlon Brando fue sex symbol hasta el día en el que murió y Paul Newman, también.

¿Qué tiene Ricky Martin de marketing?

Nuestra vida es marketing. Puedes tener la mejor música del mundo pero si no tienes un equipo que trabaje para expandirla, la música se queda en la sala de tu casa y no llega a ningún lado. Todos los artistas de fama internacional trabajan con un equipo de mercadeo. En el día de hoy tienes que ser loud (gritar) para que se te escuche porque estás compitiendo con los Iphone, con las Blackberry… Para que la gente te mire, necesitas la ayuda de expertos.

¿Qué es lo más interesante que está ocurriendo hoy en el mundo de la música?

Pharrell Williams. Es superrelajado, supercool y buenrollista, que es lo que se necesita.

Fuente 20Minutos

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