Italia podría discutir en otoño la aprobación de una ley de uniones civiles para parejas del mismo sexo
Días después de que la Corte Constitucional de Italia diera un toque de atención a la clase política de ese país por no haber legislado todavía el reconocimiento jurídico de las uniones del mismo sexo, el diario L’Unità adelantaba este lunes la intención del primer ministro Matteo Renzi de llevar al Parlamento en septiembre un proyecto de uniones civiles que otorgaría a las parejas del mismo sexo derechos equivalentes a los del matrimonio, salvo la adopción conjunta. Sí se contemplaría la posibilidad de que los miembros de una unión civil puedan adoptar a los hijos de sus parejas.
El proyecto de ley seguiría el esquema que Renzi adelantaba a finales del año pasado, antes de ser elegido primer ministro pero cuando ya se había hecho con el liderazgo del centro-izquierda italiano. Se propone, por un lado, la creación de una unión civil limitada a parejas del mismo sexo, que cubriría cuestiones patrimoniales, sucesorias y derechos de visita en hospitales y prisiones, pero que excluiría el derecho a la adopción conjunta. Sí se contemplaría la posibilidad de que uno de los miembros de la unión pueda adoptar a los hijos del otro, biológicos o adoptados. Se crearía además una segunda institución, el “pacto de convivencia”, abierto en este caso tanto a parejas del mismo como de distinto sexo, que regularía aspectos más limitados referidos a la convivencia de hecho.
Precisamente hace unos días los colectivos LGTB italianos aprovechaban la celebración del Orgullo de Roma para reprochar a Renzi sus promesas incumplidas (que recopilaron en un vídeo). También la semana pasada se conocía la sentencia de la Corte Constitucional italiana que declaraba inconstitucional la normativa que obliga a disolver un matrimonio cuando uno de los cónyuges es una persona transexual que pasa a ser reconocida como de sexo contrario al que tenía legalmente cuando contrajo dicho matrimonio, argumentando que la norma no prevé una regulación jurídica de la convivencia entre las dos personas “que tutele adecuadamente sus derechos y obligaciones” con la modalidad que el legislador decida. Un fallo que fue interpretado como una invitación bastante explícita al Parlamento italiano a que regulase la situación de las parejas del mismo sexo.
“Como en Alemania”
Los defensores del proyecto insisten hasta la saciedad en que el modelo a seguir es el de las uniones civiles del Reino Unido (superadas ya por la aprobación del matrimonio igualitario en Inglaterra, Gales y Escocia) y sobre todo de Alemania. Se trata en realidad de una afirmación inexacta, ya que en el Reino Unido las parejas del mismo sexo sí podían adoptar conjuntamente (incluso antes de que se aprobara la ley de uniones civiles) y en Alemania la ley de uniones no contemplaba originalmente la adopción de los hijos del compañero (esta posibilidad no se aprobó hasta hace pocos meses para los hijos adoptados y por mandato del Tribunal Constitucional alemán. La posibilidad de que los miembros de una pareja del mismo sexo adopten a los hijos biológicos del otro miembro de la pareja ya había sido abierta por una resolución anterior del Constitucional alemán en el año 2009).
Parece claro que Renzi, líder de un centro-izquierda muy influido por su poderoso sector católico, quiere vender su proyecto como una homologación con Europa “inevitable” (cara a los que creen que va demasiado lejos) y “suficientemente ambiciosa” (cara a los colectivos LGTB). El diputado del Partido Democrático Ivan Scalfarotto (abiertamente gay) también defiende el modelo alemán como la única posibilidad real de conseguir en este momento derechos. “Resulta inútil la confrontación ideológica. De otra forma nunca se llegará a conceder derechos a los homosexuales”, ha declarado.
Sea como sea, la aprobación del proyecto tal y como ha sido anunciado supondría un avance significativo en el reconocimiento de las parejas del mismo sexo en Italia, único país de Europa occidental que no les reconoce todavía ningún derecho. A priori, el proyecto debería contar con mayoría suficiente si el Movimiento 5 Estrellas de Beppe Grillo (favorable al matrimonio igualitario) decide apoyarlo como “mal menor”. Veremos qué sucede en próximos meses.
Fuente Dosmanzanas
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