Inicio > Espiritualidad, Iglesia Católica > “Dios puede más en el mundo que al interior de la Iglesia”, por Marco Antonio Velásquez Uribe

“Dios puede más en el mundo que al interior de la Iglesia”, por Marco Antonio Velásquez Uribe

Miércoles, 18 de junio de 2014

Papa-Francisco-Abbas-Peres-Bartolomeo_CLAIMA20140608_0165_27Leído en Adital:

En el día del Espíritu Santo, ese gesto de grandeza humana tendrá los frutos de paz deseados en un abrazo inolvidable que, en la sede de Pedro…

 No hay duda que el Papa Francisco encuentra grandes dificultades al interior de la Iglesia para impulsar un programa de reformas que la conduzca al encuentro con un mundo anhelante de Dios. Él como insigne hijo de Iñigo de Loyola sabe que la impronta ignaciana contiene en sus sabios elementos decisivos para poner a la Iglesia en la senda del futuro. Por ello se le ve disponiendo “todo su haber y poseer” a un ritmo frenético e infatigable, porque bien sabe que hay poco tiempo para dotar a la Iglesia universal de ese rasgo esencial del cristianismo, aquel que le fuera dado como carisma al fundador de la Compañía de Jesús: “en todo amar y servir, para la mayor gloria de Dios”. Francisco sabe que sin ese sello de espiritualidad servidora la Iglesia corre el grave riesgo de convertirse en un gesto insignificante, sin repercusión social.

Como estricto “contemplativo en la acción”, es un pastor modelado en su estilo por esa Iglesia-Pueblo de Dios, donde le ha cabido conducirla por los caminos de la esperanza, primero en su querido Buenos Aires y ahora desde la silla de Pedro. En esa tarea se ha dejado impregnar por la vida de su Pueblo, donde ha descubierto que el primer servicio de la Iglesia se debe a los pobres y sencillos, a los explotados y a las víctimas de un modelo de sociedad esclavizante de multitudes.

Es ahí donde Francisco se estrella con los poderosos, que se constituyen en sus principales adversarios. Y claro, si los ha denunciado en público, dejándolos expuestos en sus vanidades y en sus pomposas ostentaciones. Sus lujosos palacios y sus majares han quedado a la vista de todos, mientras sus ocultas intensiones son reveladas. Como pastores son prestos para condenar y lentos para el perdón y la misericordia, gobiernan con severidad y cargan las espaldas de los débiles con pesos agobiantes, abren las puertas del cielo a sus amigos y las del infierno a sus enemigos, somenten a costa de miedo apagando el Espíritu; con su ejemplo ahuyentan a muchedumbres.

En este contexto, difícil es la tarea del insobornable Francisco con tantos trepas y carreristas en su cercanía, también con la de no pocos dispersos en la amplia geografía de las Iglesias locales que, indiferentes a los consejos del papa, pastorean a sus rebaños ajenos a los vientos que soplan en Roma. Para ellos, nada ha cambiado, sólo esperan con certeza y paciencia la llegada de un nuevo cónclave. Bien podría decirse que ya han jurado venganza por tanta ignominia revelada.

Así, es comprensible la indiferencia eclesial al magisterio del papa Francisco, la resistencia para volver al Concilio Vaticano II, la rebeldía para multiplicar entre los pobres y afligidos la “dulce y confortadora alegría del Evangelio”, en resumen, tanto silencio de la Evangelii Gaudium.

Ésta es la triste historia de la soledad que acompaña al papa Francisco, cuya voz profética y magisterial es despreciada por muchos de sus colaboradores y acogida con admiración por paganos, gobernantes y líderes religiosos. Sin embargo, esa misma historia ya registra en sus anales que, así como un día el papa Francisco denunció la globalización de la indiferencia desde Lampedusa, en el día de Pentecostés de 2014 el mismo papa tendió un puente de plata para construir la paz mundial, reuniendo en Roma a los líderes políticos y religiosos de los judíos, musulmanes y cristianos. En el día del Espíritu Santo, ese gesto de grandeza humana tendrá los frutos de paz deseados en un abrazo inolvidable que, en la sede de Pedro, unió a Simón Peres y Mahmoud Abbas; todo acompañado de la oración silente del patriarca ortodoxo Bartolomé.

Es evidente que Dios puede más en el mundo que al interior de la Iglesia.

Espiritualidad, Iglesia Católica , , , , , ,

Comentarios cerrados.

Recordatorio

Cristianos Gays es un blog sin fines comerciales ni empresariales. Todos los contenidos tienen la finalidad de compartir, noticias, reflexiones y experiencias respecto a diversos temas que busquen la unión de Espiritualidad y Orientación o identidad sexual. Los administradores no se hacen responsables de las conclusiones extraídas personalmente por los usuarios a partir de los textos incluidos en cada una de las entradas de este blog.

Las imágenes, fotografías y artículos presentadas en este blog son propiedad de sus respectivos autores o titulares de derechos de autor y se reproducen solamente para efectos informativos, ilustrativos y sin fines de lucro. Por supuesto, a petición de los autores, se eliminará el contenido en cuestión inmediatamente o se añadirá un enlace. Este sitio no tiene fines comerciales ni empresariales, es gratuito y no genera ingresos de ningún tipo.

El propietario del blog no garantiza la solidez y la fiabilidad de su contenido. Este blog es un espacio de información y encuentro. La información puede contener errores e imprecisiones.

Los comentarios del blog estarán sujetos a moderación y aparecerán publicados una vez que los responsables del blog los haya aprobado, reservándose el derecho de suprimirlos en caso de incluir contenidos difamatorios, que contengan insultos, que se consideren racistas o discriminatorios, que resulten obscenos u ofensivos, en particular comentarios que puedan vulnerar derechos fundamentales y libertades públicas o que atenten contra el derecho al honor. Asimismo, se suprimirá aquellos comentarios que contengan “spam” o publicidad, así como cualquier comentario que no guarde relación con el tema de la entrada publicada. no se hace responsable de los contenidos, enlaces, comentarios, expresiones y opiniones vertidas por los usuarios del blog y publicados en el mismo, ni garantiza la veracidad de los mismos. El usuario es siempre el responsable de los comentarios publicados.

Cualquier usuario del blog puede ejercitar el derecho a rectificación o eliminación de un comentario hecho por él mismo, para lo cual basta con enviar la solicitud respectiva por correo electrónico al autor de este blog, quien accederá a sus deseos a la brevedad posible.

Este blog no tiene ningún control sobre el contenido de los sitios a los que se proporciona un vínculo. Su dueño no puede ser considerado responsable.