Alemania introduce un nuevo parche legal para equiparar derechos fiscales de las parejas del mismo y de distinto sexo.
Nuevo paso adelante para los derechos LGTB en Alemania, que continúa sin embargo evidenciando las contradicciones inherentes al planteamiento de “igualdad sin matrimonio” que rige en el país. El Bundestag ha aprobado, con los votos de los partidos integrantes del Gobierno de gran coalición entre la CDU/CSU y el SPD, un nuevo proyecto de ley para equiparar una serie de beneficios fiscales de las parejas del mismo y de distinto sexo.
Ante un hemiciclo vacío, los discursos sobre la ley solo fueron registrados por los taquígrafos, lo que da idea del escaso interés del Ejecutivo por el asunto. El proyecto ni siquiera surge por su propia iniciativa, sino que responde al mandato emitido por el Tribunal Constitucional con sede en Karlsruhe en junio del año pasado; la sentencia consideraba discriminatorio privar a las parejas del mismo sexo del Ehegattensplitting, una ventaja fiscal para los matrimonios que les permite ahorrarse varios miles de euros en impuestos al año. Apenas una semana después del fallo, el entonces Ejecutivo de democristianos y liberales introdujo la legislación necesaria para darle cumplimiento. Una ley apresurada que, a pesar de ser manifiestamente insuficiente por mantener intactas otras discriminaciones fiscales, fue boicoteada en su aplicación mediante una orden del ministro de Finanzas Wolfgang Schäuble que la convertía en papel mojado.
La nueva medida pretende ir un paso más allá de lo exigido por el alto tribunal, con el objetivo de evitar futuras sentencias que obliguen al Gobierno a tumbar otras desigualdades. Entre ellas se encuentra, además del mencionado Ehegattensplitting, el acceso a las pensiones de viudedad, ayudas a la adquisición de viviendas o los beneficios fiscales por hijo (si bien esta última equiparación también fue requerida por Karlsruhe en octubre del año pasado). A modo de curiosidad, el proyecto contempla la ampliación a las parejas del mismo sexo del derecho de los diplomáticos y sus cónyuges a adquirir café libre de impuestos.
Esta anécdota ejemplifica lo incomprensible del proceso de igualación de derechos por la vía de añadir la expresión “o compañero civil” (Lebenspartner) en las disposiciones legales donde aparezca el término “cónyuge” (Ehepartner). Un procedimiento de “parcheado” que ha sido criticado por Los Verdes por “chapucero e incompleto”. Este partido ha vuelto a pedir la apertura del matrimonio a las parejas del mismo sexo para acabar de un plumazo con todas las discriminaciones a las que estas se enfrentan. También La Izquierda, que junto con Los Verdes conforma tras las elecciones del pasado septiembre la oposición al Gobierno de Merkel, ha acusado a “la parte conservadora de esta cámara” de no “adaptarse a la realidad” y de legislar solo a rebufo de las sentencias del Tribunal Constitucional.
Indiferencia de los socialdemócratas
Los democristianos de la CDU/CSU, por su parte, se enrocaron en su postura de mantener ciertos derechos solo disponibles para las parejas de distinto sexo, y así lo manifestó sin ningún disimulo el portavoz de los conservadores bávaros de la CSU. Según el socio de Merkel, de la provisión constitucional que establece la “protección especial del matrimonio y la familia” se deriva necesariamente un “tratamiento desigual de otras formas de convivencia”. Un planteamiento defendido por la propia canciller, que sin embargo ha mantenido silencio sobre el asunto en lo que va de legislatura.
Elocuente fue también el silencio de los socialdemócratas, que ni siquiera se pronunciaron en el Bundestag sobre la medida aprobada por el Gobierno del que forman parte. Parece confirmado que el SPD del vicecanciller Sigmar Gabriel no tiene ningún interés en hacer de la igualdad LGTB en Alemania un objetivo por el que luchar durante los próximos tres años.
Fuente Dosmanzanas
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