Del blog de Xabier Pikaza:
He desarrollado ayer la imagen del pastor, analizando el evangelio de domingo 4º de Pascua (Juan 10,1-10), y un comentarista me ha dicho “agudamente” que he podido perder algún hilo de la trama, que resulta más compleja de lo que he pensado.
Le agradezco el comentario y sigo pensando sobre el tema, analizando desde ese fondo la forma distintiva de gobierno de la Iglesia. En ese contexto (cambiando el título anterior de la postal) he querido retomar y recrear las reflexiones de un antiguo libro sobre el tema (Hermanos de Jesús y servidores de los más pequeños, Mt 25, 31-46, Sígueme, Salamanca 1984) .
Me ocupé entonces del “gobierno pastoral” de la Iglesia, presidido por un Cristo que es Pastor Celeste… y representado en la tierra por un Papa que se presenta como Pastor supremo de la Iglesia. Por su parte, los obispos católicos se dicen pastores… Los curas en general se llaman “sacerdotes” (otro título complejo), aunque también son pastores….
De un modo significativo, los dirigentes de las comunidades protestantes (que no quieren llamarse sacerdotes, por el carácter sacrificial de esa palabra) se llaman en general Pastores (aún siento la extrañeza que me producía el hecho de que en tierras germanas protestantes me llamaran Herr Pastor).
Desde ese fondo me importa el “gobierno pastoral” de la Iglesia, y el hecho de que la acción ministerial cristiana se llame “pastoral”.
Papas, obispos y curas (con sus subordinados) “pastorean” a la Iglesia, como el pastor a su rebaño (así vemos en la imagen al papa, con cayado quizá poco pastoril, hablando de olor a oveja). Sin duda, ésta fue una imagen normal en oriente, en tiempo de Jesús. Pero hoy no resulta ya nada clara (a no ser en los concursos de pastor, perro y ovejas que siguen haciendo en mi tierra, como indica la primera imagen). Tres son a mi juicio los problemas vinculados con ella:
a) Jesús (el NT) utiliza la imagen del “pastor”, pero la invierte y transforma de un modo radical, de manera que el pastor al final es otra cosa. Quizá desde la misma Biblia habría que superar hoy la palabra pastor y la pastoral.
b) La imagen del pastor (convertida en programa de gobierno pastoral) puede ir en contra del mensaje y proyecto de Jesús, fundado en la fraternidad y en la comunión entre los hombres (a partir de los últimos), más que en el cuidado del pastor, que se ocupa de unas ovejas inferiores.
c) Muy posiblemente, la imagen y tarea del pastor/pastoral tendría que superarse en la actualidad, pues no responde a nuestra experiencia de la vida, ni al mensaje de fondo de Jesús.
Así dejo el tema abierto, planteando una cuestión de fondo y volviendo a enhebrar el hilo de la trama del pastor, como me pedía ayer un comentarista. Buen domingo a todos.
1. GOBIERNO PASTORAL, GOBIERNO PERSONAL
La Biblia (el NT) ofrece unas imágenes de rico simbolismo, no para quedarse en ellas, sino para superarlas de un modo paradójico. Lo malo de una parte de la práctica eclesial es que ha codificado esas imágenes y se ha quedado en ellas, sin asumir la dinámica del Jesús y del NT. Pienso que el autor que más sagazmente a estudiado el tema ha sido M. Foucault, en varias obras donde estudia el tipo de gobierno pastoral y democrático.
1. Gobierno pastoral.
Es más propio de los imperios de oriente, y ha sido especialmente destacado por los israelitas en el AT, donde presentan a Dios como un Pastor que va guiando al pueblo de Israel por el desierto… Los reyes son auténticos pastores, como seguiré viendo. Éstos son (según M. Foucault) los rasgos principales de un gobierno pastoral:
“1. El pastor ejerce el poder sobre un rebaño más que sobre un territorio. […] Dios da, o promete, una tierra a su rebaño.
2. El pastor reúne, guía y conduce a su rebaño. […] basta con que el pastor desaparezca para que el rebaño se disgregue; o dicho en otros términos, el rebaño existe
gracias a la presencia inmediata y a la acción directa del pastor […].
3. El papel del pastor consiste en asegurar la salvación de su grey. […] No se trata únicamente de salvar a todos, a todos en conjunto, cuando se aproxima el peligro,sino que es más bien una cuestión de benevolencia constante, individualizada y orientada a un fin. […] constante, ya que el pastor vela por la alimentación de su rebaño; cotidianamente satisface su sed y su hambre. […] individualizada, ya que el pastor vela para que todas sus ovejas, sin excepción, sean recuperadas y salvadas.
4. […] el ejercicio del poder es un “deber”. […] la benevolencia pastoral está mucho más próxima de la “abnegación”. Todo lo que hace el pastor lo hace por el bien del rebaño. Tal es su preocupación constante. Cuando sus ovejas duermen él vela.”
( Cf. M.Foucault, Omnes et sigulatim: hacia una crítica de la razón política en La vida de los hombres infames, Ed. Altamira, Argentina 1996, 182-183, 204)
Éste es, por tanto, un gobierno de “dictadura ilustrada”. El pastor sabe lo que necesitan sus ovejas, por eso las cuida y dirige desde arriba, las alimenta y las cuida. Más aún, el pastor vela por las ovejas, tiene responsabilidad sobre su vida y su misma “conciencia” (si son ovejas humanas), de manera que no hay reciprocidad entre pastor y ovejas. El pastor puede “cuidar” muy bien a las ovejas, pero está arriba siempre.
El pastor está solo a la cabeza del rebaño y su trabajo consiste en velar por la alimentación de sus animales; en cuidarlos cuando están enfermos; en servirse de la música para reunirlos y guiarlos; en organizar su reproducción preocupándose de obtener la mejor descendencia…
El pastor ejerce por tanto un “dominio” bueno de dirección (y de sumisión) sobre los súbditos, a los que dirige en sentido físico y psíquico, religioso y social… (pero es un gobierno no personal, y en el fondo acaba siendo no cristiano). En esa línea, los “pastores” de la Iglesia se han sentido llamados a “salvar” a las ovejas desde arriba, con autoridad superior, como guías que saben lo que ellas necesitan
En esa línea se podría decir que un tipo de pastoral de la iglesia ha sido pre-cristiana, pues ha tomado los rasgos del pastor del AT y de los reinos orientales, y no la novedad de Jesús, que utiliza la imagen del pastor para superarla por dentro. Un tipo de pastoral de la iglesia, por su forma de entender la autoridad propia de los pastores y la sumisión de las ovejas, evidentemente para su bien (se dice), no es cristiana.
2. Un gobierno personal
A partir del evangelio de Jesús (y desde una perspectiva que ha sido desarrollada después por la misma Iglesia cristiana, fundándose en la experiencia democrática de Grecia) se puede hablar de un gobierno personal, fundado en la palabra y en el diálogo.
El que gobierna (en la línea de la imagen desarrollada por Jn 10 y Jn 15) no es un pastor que dirige desde arriba a las ovejas, sino un amigo que dialoga con amigos, un hombre libre que comparte el camino con otros hombres libres. Leer más…
Biblia, Espiritualidad
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