¿Tiene usted características poco varoniles? No se preocupe: lo suyo tiene remedio.
El blog Strambotic nos muestra cómo se intentaba definir y curar a los hombres afeminados y a las mujeres algo masculinas en 1961.
Caballero, puede que la naturaleza le haya dotado de una voz aguda, unos hombres estrechos y unas caderas demasiado anchas. Tal vez, Vd. tenga una inusitada afición a los trabajos de la casa o, peor aún, sea vanidoso y su caminar sea suave y blando. Por suerte, todas estas cualidades tan poco varoniles pueden curarse mediante un tratamiento adecuado, según el doctor Alfonsus Adrianus Vander Put Vermuelen, a la sazón autor del clásico ‘Enfermedades y transtornos de la vida conyugal’, publicado en Barcelona en 1961.
El doctor Vander (para abreviar) no se corta un pelo a la hora de hacer distingos entre las cualidades propias de un hombre que se viste por los pies y las de una mujer como Dios manda. En el caso de las féminas, la desviación presenta las siguientes características: pechos pequeños, pies y manos grandes, erotismo exagerado, ideas de emancipación (¡!) y tendencia a mandar y dirigir, un defecto evidente que aparece representado por una doña mandona poniendo los puntos sobre las jotas a un caballero estupefacto.
Lo que no nos queda claro es el método que propone el doctor Alfonsus Adrianus Vander Put Vermuelen para curar estas aberraciones de la naturaleza. Tendremos que preguntárselo a Blog Odisea, que nos descubrió la existencia de este maravilloso volumen.
Vía Trash Ibérico, el mejor grupo de Facebook, con permiso del de Justin Beaber.
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