Un escudo contra el ojo del impuro.
Del blog À Corps… À Coeur:
Y el Tejedor dijo:
Háblanos de los vestidos.
Y él respondió:
Tus vestidos esconden mucho de vuestra belleza y sin embargo no cubren lo que no es bello.
Y aunque buscas en los vestidos el sentirte libre en tu intimidad, puedes hallar en ellos un arnés y una cadena.
¡Si pudieras presentarte con menos ropaje ante el sol y el viento.!
Pues el aliento de la vida está en los rayos del sol y la mano de la vida, en el viento.
Algunos de entre vosotros dicen: “Es el viento del Norte el que teje los vestidos que llevamos”
Y yo digo: ¡Cierto, el viento del Norte! Pero, hilaba lavergüenza con el hilo de tus atontados nervios.
Y, al terminar su obra, rió estrepitosamente en el bosque.
No olvides que no hay mejor escudo contra los ojos del impuro que el pudor mismo.
Y cuando no haya más concupiscencia, ¿El pudor acaso no aparecerá entonces, como un estorbo y deshonra de la mente?
No olvides que la tierra ama sentir tus pies desnudos y que los vientos hacen su delicia al jugar con tus cabellos.
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Kahlil Gibran, en ” El Profeta “
publicado en ” En la Parte exterior ” de E. Armand, en enero de 1935
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