Un obispo ugandés invoca el genocidio de los gays durante su mensaje de Pascua.
¿Hasta cuándo permanecerás callado Francisco? … El silencio de tantos posibilitó el Holocausto… El silencio siempre te hace cómplice.
Continúa sin descanso la ola de homófoba que ha afectado a África. Mientras que el presidente de Zimbabue, ha amenazado con la expulsión de todos los diplomáticos extranjeros que van a pedirle que respete los derechos de los homosexuales, un obispo de Uganda ha invocado el genocidio de los homosexuales durante su mensaje de Pascua.
El protagonista del gesto es Charles Wamika, obispo católico de la diócesis de Jinja (Uganda), que desde el púlpito de la iglesia de St. Chalres Lwanga ha bendecido cristianos ugandeses que han trabajado tan duro para ‘liberar la tierra de los gais’ y pidió todos los padres que entregan a sus hijos homosexuales a las autoridades, prometiéndoles que el gesto será recompensado en el cielo.
El clérigo también ha alegado que ninguna figura de relieve de la Iglesia Católica nunca ha condenado las nuevas leyes en Uganda que criminalizan la homosexualidad, con el argumento de que lo que se considera un gesto de asentimiento a esas reglas. Luego, con el fin de reforzar su mensaje de odio, el obispo también afirmó que a lo largo de los siglos, la Iglesia católica se ha derramado sangre para luchar contra el mal, e instó a los cristianos a hacer todo lo posible ‘para limpiar la ciudad’ de los hombres gays a través de los medios que tengan a su alcance.
En los últimos meses, la Iglesia de Uganda y la Iglesia Católica fueron los mayores partidarios de las normas que han introducido la cadena perpetua para los homosexuales, encontrándose ahora para fomentar la violencia, incluso la calle.
Aunque la condena de la comunidad internacional ha sido unánime, de las jerarquías religiosas nunca han sido las palabras de condena no se limitan a grupos o personajes individuales (en otras palabras, Papa Francesco nunca se ha ocupado durante algunos Angelus), por lo ya que no debemos olvidar cómo en 2011 fue el Vaticano para proponer un veto que impedía a la ONU para votar una resolución que habría despenalizado la homosexualidad en todo el mundo.
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