“Reflexiones sobre la Semana Santa”, por Juan Cejudo, miembro de Moceop y de Comunidades Cristianas Populares
Leído en El Blog de Juan Cejudo:
sábado, 19 de abril de 2014
Para mí, como para cualquier creyente, los días de Semana Santa tienen un profundo significado religioso.
Domingo de Ramos.
No sé por qué, en los textos litúrgicos, sólo se habla de la entrada de Jesús en burro, mientras le arrojan ramas de olivo y no se habla de lo que viene a continuación y que marca el comienzo de la Pasión de Jesús: su enfrentamiento con los que comerciaban y vendían : “entra en el templo de Jerusalén y echa fuera a todos los que vendían y compraban en los patios. Derribó las mesas de los que cambiaban monedas y los puestos de los comerciantes de palomas y les decía: ” Mi casa será llamada casa de oración. Pero Ustedes la han convertido en cueva de ladrones. Y también se presentaban en el Templo ciegos y cojos y los sanó” (Mat.21,12-14).
Es la imagen de un Jesús indignado que la Iglesia no debería escamotear en sus lecturas porque fue éso lo que provocó la ira de los responsables religiosos del Templo para perseguirlo, denunciarlo ante las autoridades y, pese a el intento de Pilatos para soltarlo, insistir una y otra vez hasta conseguir su martirio, crucifixión y muerte como un marginado, como un malhechor, la muerte en la cruz, entre el abandono de los suyos, salvo su madre, algunas mujeres y algún discípulo.
Jesús se atrevió a atacar lo más sagrado para los judíos : el Templo y el negocio que había alrededor del Templo. ¿Qué pasaría si hoy Jesús viniera al Vaticano y a otros muchos templos y viera el negocio que existe a su alrededor?
Hay dos gestos muy importantes: el lavatorio de pies a sus apóstoles y la institución de la eucaristía.
Lavatorio de pies que significa el servicio. Que el mayor sirva al más pequeño. Que todos nos ayudemos unos a otros. Que realicemos esas tareas sencillas de acogida y servicio a los que nos necesitan. Que hoy son los parados, los sin techo, los que no tienen vivienda, los inmigrantes, los enfermos, los ancianos y personas abandonadas, las personas sin recursos…..
¿De verdad la Iglesia está haciendo todo lo que puede por atender estas necesidades? De acuerdo que ahí está la labor de Caritas que nadie discute, tan magnífica y tan necesaria en estos momentos que las instituciones dejan sin atender a los que tienen problemas…Pero¿No debería la Iglesia, sus responsables, hacer mucho más?
Sé que las cofradías aportan un porcentaje de sus ingresos para atender a los necesitados. Magnífico. Pero ¿tiene sentido hoy ver tanto oro, tanta plata en esas vírgenes y cristos de sus cofradías? ¿Tiene sentido hoy que la Iglesia posea tantas fincas, solares, edificios vacíos sin ponerlos si no todos, al menos una parte, al servicio de los que más lo necesitan?
Lo digo pronto y claro: para mí es un insulto ver la presencia de tanto oro y plata en las cofradías. Y saber que la Iglesia(obispado y órdenes religiosas) posea tantos objetos de lujo, pisos y edificios sin ponerlo al servicio de los pobres, en la actual situación de desesperación que están sufriendo miles y miles de personas en tantos sitios.
La Eucaristía: Jesús la celebra de una manera muy, muy sencilla, entre sus seguidores. ¿Cómo son hoy nuestras misas? ¿Tiene sentido que en ellas y en las procesiones, estén presentes las fuerzas armadas, las autoridades, los banqueros?
Son ellos los responsables del sufrimiento del pueblo. ¿Cómo pueden estar “figurando” en primera línea en las procesiones y misas? ¿Buscando votos tal vez?
¿Pretendiendo dar la imagen de que son “buenos” porque asisten a esos actos, como si no tuviera nada que ver su conducta como político, banquero o fuerzas armadas?
Jesús era una persona no violenta, pacífica. Para mí está fuera de lugar las fuerzas armadas en la Semana Santa. Deberían ser unas celebraciones bien orientadas al verdadero sentido que tienen desde le punto de vista del Evangelio. Pero son costumbres arraigadas hace muchos años y ahí siguen. Para mí, en contradicción con Jesús y su evangelio.
Viernes Santo
La lectura del Evangelio donde se narra la Pasión y Muerte de Jesús, centra la liturgia de este día.
Jesús es ajusticiado porque es alguien “molesto” para el poder religioso y político de su tiempo. Por eso lo matan. Estorbaba. Una persona que se enfrenta al poder es un peligro. Y Jesús se enfrentó. “Misericordia quiero y no sacrificio”. Él siempre estuvo cercano de los pobres, enfermos, para ayudarles y sanarles. Eran sus preferidos.
Nació pobre, vivió pobre, sus amigos eran pobres, murió pobre por defender la dignidad de todo hombre, especialmente los que eran tenidos por nada.
También sufrieron persecución y muerte todos los que siguieron su camino, creyeran o no creyeran en él: Fermín Salvochea, Luther King, Óscar Romero, Ellacuría, Ché Guevara, Helder Cámara y tantos y tantos militantes obreros que dieron su vida por el ideal de la fraternidad, la igualdad y la libertad.
Presenciar al crucificado debería ser una llamada a ser revolucionario porque Cristo sigue hoy muriendo en los sin techo que mueren en la calle sin ser atendidos, los desahuciados sin hogar, los millones de inocentes víctiamas de guerras fomentadas muchas veces por los imperios de las multinacionales en África, Latinoamérica etc….
Cristo sigue muriendo en los inmigrantes que intentan llegar a Europa huyendo de la miseria y las calamidades que les ha dejado los que dirigen la economía internacional, los que se suicidan desesperados por no tener nada para ellos y sus familias….Los que no tienen nada que llevarse a la boca porque las empresas donde trabajaban los dejaron tirados, sin nada….
Lástima que al pueblo no se le ayude a reflexionar sobre la Semana Santa así, sino como espectáculo para contemplar a ver qué nuevos faroles lleva este año tal cofradía.
Está claro que al mundo turístico y a todos los que viven de ello, les interesa que todo siga igual. Cierto que mucha gente se busca la vida estos días, de lo que me alegro.
Pero, en mi opinión, queda muy lejos de lo que debería ser una auténtica celebración cristiana de la Semana Santa, teniendo como referencia a Jesús y al Evangelio.
Mañana hablaremos de la Resurrección.
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