La muy católica Malta aprueba una histórica ley de uniones civiles para parejas del mismo sexo que incluye la adopción.
Día grande para los derechos LGTB en Europa. El Parlamento de Malta, el pequeño país mediterráneo situado a caballo entre Sicilia y el norte de África, ha aprobado este lunes 14 de abril el proyecto de ley de uniones civiles que concede a las parejas del mismo sexo derechos similares a los del matrimonio, adopción incluida. El avance puede considerarse histórico si tenemos en cuenta que hablamos de un estado confesionalmente católico.
Ya en noviembre de 2011 recogíamos las intenciones del Partido Nacionalista de Malta, entonces en el gobierno, de reconocer jurídicamente las parejas del mismo sexo. El Partido Laborista, entonces en la oposición, ya se había mostrado a favor. Meses después el ministro de Justicia llegó a anunciar la presentación del proyecto, pero la proximidad de las elecciones impidió que llegara a buen puerto. El panorama se despejaba definitivamente tras las elecciones generales de marzo del 2013, cuando el Partido Laborista conseguía una contundente victoria. Ya en junio el nuevo primer ministro, Joseph Muscat, anunciaba su intención de aprobar la ley antes de finales de año, cumpliendo por otra parte su compromiso electoral. El proyecto llegó al Parlamento maltés en octubre, y ahora, unas pocas semanas más tarde de lo previsto, ha sido finalmente aprobado con el voto favorable de 37 diputados laboristas y la abstención de los 30 diputados nacionalistas, que preferían una ley de uniones que no incluyera la adopción.
Todo apunta a que el retraso en la tramitación parlamentaria se habría debido en buena parte a la actitud del anterior presidente de la República de Malta, George Abela, contrario a estampar su firma en la ley por “razones morales”. El 4 de abril, sin embargo, se producía el relevo en la jefatura del estado. La nueva presidenta, Marie Louise Coleiro Preca, no presenta objeción alguna para sancionar la ley, lo que ha precipitado su aprobación definitiva.
Aunque Malta no haya aprobado el matrimonio igualitario, su ley de uniones civiles se encuentra entre las más avanzadas de Europa, al otorgar a las parejas del mismo sexo derechos similares a los del matrimonio incluyendo la adopción. Malta se sitúa así en un “segundo escalón” de la igualdad, por delante de numerosos países europeos, y desde luego muy por delante de la vecina Italia, cuya clase política sigue sin reconocer derecho alguno a las parejas del mismo sexo, obligadas a recurrir a la justicia para reclamar lo que les corresponde.
El Parlamento de Malta, iluminado con los colores del arco iris
La noticia adquiere aún más relevancia si se tiene en cuenta que la sociedad maltesa mantiene sólidos vínculos con la iglesia -de hecho el estado maltés es aún confesionalmente católico y más del 90 % de la población se declara católica- si bien un 41 % de los malteses aprueba ya el matrimonio igualitario. Un porcentaje que, además, crece hasta el 60 % entre los menores de 34 años. Muestra de una modernización social que ya se hizo muy evidente en mayo de 2011, cuando los malteses aprobaron por un 52% la legalización del divorcio pese a la agresiva campaña en contra de la iglesia católica de Malta, muchos de cuyos sacerdotes advirtieron a sus feligreses que votar a favor era un grave pecado que impedía recibir la comunión. Ya entonces el resultado del referéndum fue visto con esperanza por los partidarios de los derechos LGTB, como recogimos en dosmanzanas.
Esperanzas que ahora se han visto confirmadas y que a última hora de la noche del lunes eran festejadas por una multitud que se concentraba frente al Parlamento de La Valeta, capital del país. Un Parlamento que fue iluminado, por cierto, con los colores del arco iris.
Os dejamos con un vídeo que muestra la alegría de las personas allí concentradas, los aplausos al Gobierno -el primer ministro Muscat se mostraba visiblemente satisfecho- y los abucheos al jefe de la oposición a su salida del Parlamento por su decisión de abstenerse:
Fuente Dosmanzanas
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