“La soberbia juventud”: un hijo gay en una familia del Opus Dei.
La última novela del chileno Pablo Simonetti se publica en España
Si el escritor Tomás Vergara hubiera sido más joven se habría enamorado de Felipe Selden nada más conocerle. Por suerte, le protegen sus 52 años y esa seguridad que da la edad; la seguridad de saber cuándo alguien es inalcanzable y de qué hay que escapar. Porque Felipe Seldén, un joven extremadamente bello y carismático, es de esos hombres capaces de enamorar a la mayoría de las personas que se encuentran con él. Y eso es precisamente lo que le pasa a Camilo Suárez, amigo de Tomás y amante ocasional de Felipe.
A sus 27 años, Selden acaba de terminar un máster en diseño urbano en Estados Unidos, donde ha logrado asumir su homosexualidad, y ahora se esfuerza en hacerla pública ante su familia, burguesa, derechista y del Opus Dei, y su círculo de amigos de la escuela católica. Demasiadas exigencias familiares y sociales que, sumadas a su inmadurez, lo llevan a tomar decisiones que lo alejan de la felicidad y de quienes de verdad le aman, como Camilo, a quien sólo dará cabida en su vida cuando la noche le empuja a buscar refugio en su cama.
Tomás Vergara, gay reconocido entre las clases altas de Santiago, conoce bien el mundo al que Selden se va integrando poco a poco, e intentará servirle de consejero “espiritual”. Pero el joven, a quien una tía abuela convierte en millonario tras nombrarlo su único heredero, tardará años en comprender que no bastan sus dones, talentos y fortuna para alcanzar la libertad que considera suya por derecho propio.
No será hasta que encuentre en su camino a personas liberales –y liberadas– como Elvira Tagle y Santiago Pumarino cuando entienda que aspirar a una vida plena y feliz depende sólo de él y de la idea que tenga de sí mismo. Para entonces, algo habrá dejado escapar, algo que, superada ya la treintena, sólo llegó a sentir en brazos de Camilo.
La última novela del chileno Pablo Simonetti que publica Alfaguara en España –en diciembre de 2013 la comercializó en su país con gran éxito de crítica y ventas– es un relato sobre el amor y el fin de la inocencia, en la que “el núcleo del conflicto –señaló su autor en una entrevista concedida en Chile– es el amor desesperado”.
Pero también, y en gran medida, ha querido Simonetti hacer una crítica social –como en otras de sus anteriores obras–, con un argumento que narra las experiencias de Felipe Selden, un joven homosexual, que proviene de una familia acomodada, conservadora y del Opus Dei, que busca encontrar su lugar de pertenencia, “no solo de referentes o maestros –dice el autor–, sino también de afectos y apegos”. “En el fondo este libro es una metáfora de la incapacidad de la élite chilena de aceptar que hoy vivimos un país diverso y pluralista, que necesita ser representado y visto en el espacio público”, explica Simonetti, reconocido activista en favor de los derechos de los homosexuales en su país.
Una novela autobiográfica, en la que Pablo Simonetti no es otro que el narrador –encarnado por el escritor Tomás Vergara quien, como él, ha rebasado la barrera de los cincuenta y ha reconocido públicamente su homosexualidad–, “con relaciones y conflictos muy cercanos”, ha declarado el escritor chileno, quien fue criado en el seno de una familia de inmigrantes italianos muy católicos y, contra todo pronóstico, decidió dedicarse a la literatura y hacer pública su homosexualidad tras la muerte de su padre. “Esta obra es muy autobiográfica, porque la esencia de los problemas que hay en ella es algo de lo que yo he sido testigo y he vivido en mi tiempo, pero que también he presenciado en los jóvenes homosexuales de hoy. Reconocer una opción sexual distinta a la tradicional tiene un altísimo costo e implica no sólo perder el trabajo, también el rechazo de la familia y, finalmente, el aislamiento social.”
“La soberbia juventud” aborda –con una prosa sencilla pero muy trabajada– el desarrollo de la identidad de Selden, el apuesto protagonista, donde uno de los componentes es su homosexualidad, pero no el único, pues también están muy presentes las creencias religiosas, las inclinaciones políticas –se declara abiertamente de derechas–, la educación recibida y la influencia de la familia, que el joven no cree contrarias a su identidad sexual. “En la novela intento mostrar que Selden representa a personas homosexuales que recién hoy están lidiando con esas dificultades”, explica Simonetti.
Una obra, en definitiva, que reflexiona sobre la soberbia de la juventud –en cuanto a lo maravillosa y, a la vez, peligrosa que puede resultar–, que habla de la necesidad de no hacerse una idea equivocada de uno mismo –aunque esa sea la idea que tienen y quieren para nosotros los demás– y de cómo la edad puede condicionar nuestro juicio, hasta el punto de hacer mover la balanza hacia un lado u otro de la felicidad. Porque, es evidente que todos aspiramos a ser plenamente felices, pero en demasiadas ocasiones –sobre todo cuando somos jóvenes y nos creemos dueños de nuestro destino–, avanzamos por el camino equivocado. Y no está de más preguntarse, de vez en cuando, por qué.
Fuente Ociogay
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