Plenitud.
Del blog À Corps… À coeur:
El día en que me quise de veras, comprendí que en todas las circunstancias, yo estaba en el lugar correcto en el momento adecuado. Y entonces pude relajarme. Hoy sé que esto se llama… Autoestima.
El día en que me quise de veras, pude percibir que mi ansiedad y mi sufrimiento emocional no eran nada más que una señal cuando voy en contra de mis convicciones. Hoy, sé que esto se llama… Autenticidad.
El día en que me quise de veras, dejé de querer una vida diferente y comencé a ver que todo lo que me llega contribuye a mi crecimiento personal. Hoy sé que esto se llama… Madurez.
El día en que me quise de veras, comencé a percibir el abuso en el hecho de forzar una situación o a una persona, con el solo fin de obtener lo que quiero, a sabiendas de que ni la persona ni yo mismo estamos listos y que no es el momento. Hoy sé que esto se llama… Respeto.
El día en que me quise de veras, dejé de tratar de tener siempre la razón y fui consciente de todas las veces en que me equivoqué. Hoy, he descubierto… la Humildad.
El día en que me quise de veras, dejé de revivir el pasado y de preocuparme por el futuro. Hoy vivo el presente, allí dónde sucede toda la vida. Hoy, vivo un solo día a la vez. Y esto se llama… la Plenitud.
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Autor Desconocido
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