Brunéi instaura la muerte por lapidación para los homosexuales.
¿Y ante esto no va a decir nada su amigo el Rey Juan Carlos?
Nos cuenta Ragap que Brunéi instaura la flagelación y la pena de muerte para homosexuales a partir del 1 de abril próximo. El país es el primero en el Sudeste Asiático que instaura la ley islámica de la Sharia a nivel nacional, que entrará en vigor ese mismo día, con la ratificación del sultán Hassanal Bolkiah. La población LGBT será automáticamente condenada a muerte, al igual que ocurre en otros países como Irán o Arabia Saudí.
La “sodomía”, una actividad ilegal en Brunéi en las que están incluidas las relaciones sexuales anales, está castigada actualmente con penas de prisión de hasta diez años. Desde abril, la nueva ley supone la pena capital para estas relaciones sexuales, al igual que para las extramatrimoniales heterosexuales, mediante la lapidación.
La aplicación de la Sharía en este país también pena la “homosexualidad” con la flagelación, sin que necesariamente se hayan tenido que producir actos sexuales. También se castigarían con esta forma de tortura el consumo del alcohol y el aborto.
Esta decisión ha causado indignación en amplios sectores en el país, que se ha generado sobre todo en Internet. Al sultán Bolkiah no le ha sentado nada bien esta respuesta, hasta el punto de lanzar un comunicado en el que “advierte” de los peligros de las nuevas tecnologías.
“Debemos ser prudentes y cautelosos en cosechar sus beneficios. De lo contrario, si nos descuidamos y abusamos (de esta tecnología), los efectos adversos no recaerán sólo sobre el individuo si no sobre la nación en su conjunto. Utilizan los nuevos medios como blogs, WhatsApp, etcétera, que no sólo son accesibles por la población local, sino también por aquellos en el extranjero”, explica.
La única reacción destacada hasta el momento la ha tenido la Comisión Internacional de Juristas con sede en Tailandia. En una carta abierta remitida al sultán de Brunéi, pide “aclaraciones” sobre lo que supondrá la implementación de la Sharia.
“La declaración del sultán Hassanal Bolkiah demuestra que los derechos humanos, en particular el respeto a la libertad de opinión y de expresión, son ampliamente ignorados por las autoridades de Brunéi”, señalan los juristas. “Si se aplica, el código daría lugar a graves violaciones de los derechos humanos al restablecer la pena de muerte e imponer otros castigos crueles e inhumanos como la lapidación, incluso por conductas que ni siquiera deberían ser consideradas criminales”, añaden.
Brunéi es un país de mayoría musulmana. Es una monarquía donde el Sultán es también el Primer Ministro y ejerce el poder absoluto en el gobierno y en la sociedad de Brunéi. El sultán es también una de las personas más ricas del mundo. La Sharia se aplica actualmente en el país, pero se limita a asuntos personales y familiares. Y la pena de muerte es una medida que no se aplica desde 1957.
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