El Papa podría viajar a Uganda para venerar a los “mártires” que se “revelaron” contra “la homosexualidad”.
Si así se presenta este viaje, descontextualizado y con un carácter homófobo sin ninguna condena a la homofobia que sufren miles y miles de personas LGTB a causa de una política devastadora, sencillamente resultaría repugnante y vergonzoso. Francisco sólo puede visitar Uganda para condenar la política homófoba de su gobierno. Lo contrario sería cruzar una línea roja que no debiera cruzar jamás… Ojito Francisco que esto roza la inmisericordia… Leemos en Ragap:
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Lo que faltaba. El Papa Francisco viajará a Uganda el próximo mes de octubre con el objetivo de venerar a los “mártires” que se levantaron contra el sexo gay en el siglo XIX.
El primer ministro ugandés Amama Mbabazi confirma que el líder de la jerarquía católica ha aceptado la invitación de asistir a las celebraciones del 50 aniversario de la canonización de los “mártires de Uganda”, según el diario local New Vision. El anuncio tuvo lugar semanas antes de que el Presidente Yoweri Museveni firmara la ley que criminaliza la homosexualidad, y que ha traído consigo el rechazo de buena parte de la comunidad internacional.
El Vaticano, sin embargo, aún no ha confirmado la visita al país africano. En cualquier caso, Francisco podría aprovechar el viaje al continente para amonestar a los obispos que apoyan las leyes anti gays, tanto en este país como en otros, como sí hizo Justin Welby, líder de la Iglesia Anglicana, quien también tiene previsto viajar próximamente a África.
Se dice que os mártires, murieron entre 1885 y 1887, se negaron a mantener relaciones sexuales con el rey Mwanga II de Buganda (en la fotografía de la derecha), y fueron condenados a la muerte en la hoguera. En Uganda la homofobia campa hoy en día a sus anchas, más aún cuando tienen previsto castigar la homosexualidad con pena de muerte. Pero parece que no siempre ha sido así. A finales del siglo XIX, ocurría todo lo contrario. Según hemos podido saber a partir de un informe publicado por la ONG Sexual Minorities Uganda (SMUG) en el que se demuestra que la homosexualidad no llegó a África desde Occidente, hubo un rey gay justo antes de la colonización británica en 1888. Su nombre era Mwanga II, e impuso un régimen de terror en el que condenó a muerte en la hoguera a todos los hombres que se negaron a mantener relaciones sexuales con él cuando se convirtieron al cristianismo. Ocurrió entre 1885 y 1887, y las víctimas fueron reconocidas como mártires.
Mwanga II reinó en el territorio de la entonces Buganda entre 1884 y 1897. Nació en 1868, hijo del rey Muteesa I. Su madre era Naabakyaala, la décima de las 85 mujeres de su padre. Llegó al trono a la edad de 16. Adoptó un tono agresivo en su reinado, expulsando a los misioneros y amenazando a cristianos conversos a abandonar su fe so pena de muerte.
La mayor humillación para Mwanga ocurrió cuando en su harén de hombres algunos comenzaron a negarse a tener sexo con él cuando se lo proponían. Según la tradición antigua, el rey era el centro del poder y la autoridad, y él podía acabar con la vida de cualquier persona a su antojo. Así que Mwanga ordenó a conversos de su corte a elegir entre seguir con su nueva fe, o arrepentirse y obedecer sus órdenes y deseos sexuales. Todo esto, mientras estaba casado con 16 mujeres, con las que tuvo 10 hijos.
En total, al menos 45 católicos y protestantes conversos fueron condenados a muerte, aunque el número real es probablemente superior. 22 de ellos fueron quemados vivos. Entre los ejecutados había hombres que desafiaron al rey al negarse a mantener relaciones sexuales con él, o que contaban a otros del harén que el sexo entre personas del mismo sexo se contraponía a la moral cristiana.
Cuando la Corona Británica colonizó el territorio, Mwanga declaró a la guerra al país europeo, y perdió. Fue capturado y en abril 1899 fue exiliado a Seychelles. En el archipiélago, donde pasó el resto de su vida, fue recibido en la Iglesia Anglicana y bautizado con el nombre de Danieri. Murió en 1903, a la edad de 35 años.
(En la fotografía, el número 13 corresponde a Carlos Lwanga)
San Carlos Lwanga o Luanga, también conocido como Carl Lwanga, Charles Lwanga o Karoli Lwanga (1860 ó 1865 – 3 de junio de 1886) fue un catequista católico de Uganda mártir por su fe y venerado como santo en la Iglesia Católica Romana. Había nacido en el reino de Buganda, en la parte sur de la moderna Uganda, y sirvió como paje en la corte del rey Mwanga II.
El rey Mwanga comenzó una severa campaña para que los cristianos, recién convertidos por los padres blancos, abandonaran su fe, y ejecutó a muchos anglicanos y católicos entre 1885 y 1887. Muchos de ellos eran funcionarios de la corte del rey o muy cercanos a él, como es el caso de Lwanga.
Después de una masacre de anglicanos perpretada en 1885, Joseph Mukasa, sacerdote católico residente en la corte, reprochó al rey su acción. Mwanga decapitó a Mukasa y se detuvo a todos sus seguidores. Lwanga asumió las funciones de Mukasa, bautizando en secreto a los catecúmenos el 26 de mayo de 1886.
Por esa acción, Carlos Lwanga y otros 11 católicos fueron quemados vivos el 3 de junio. Otro católico, Mbaga Tuzinde, fue golpeado hasta la muerte por negarse a renunciar al cristianismo, y su cuerpo fue arrojado al horno para ser quemado junto con Lwanga y sus 11 compañeros. Al parecer, una de las razones que exasperaron al rey contra los cristianos fue su negativa a participar en actos sexuales con el, habituales en la corte.
Carlos Lwanga y sus 21 compañeros fueron canonizados en 1964 por el papa Pablo VI. Aunque los mártires anglicanos no fueron, lógicamente, canonizados, su martirio fue también reconocido por el papa.
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