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Carla Gómez. 16 Febrero 2014

Fue la primera mujer policía en casarse con otra mujer en la provincia argentina de Córdoba y asegura que los problemas llegaron cuando decidió ser madre.

Carina Villarroel ha denunciado que fue víctima de discriminación sexual al ser expulsada de la Policía argentina tras ser madre de una niña junto con su mujer, Soledad Ortiz. Carina y Soledad fueron las primeras mujeres en contraer matrimonio en la provincia de Córdoba, Argentina, acontecimiento que fue recibido con alegría dentro de la Policía. Ahora parece ser que la maternidad de la pareja no ha sido tan bien vista y Carina ha perdido su trabajo. La expolicía se enteró de su expulsión tras recibir una nómina en la que también se le notificaba su baja definitiva de la Policía.

Al ser su mujer la madre gestante, la figura legal de Carina Villaroel no terminó de quedar clara, por lo que tuvo problemas a la hora de pedir los días de permiso por maternidad. Carina pidió saber cuántos días le correspondían pero nunca recibió respuesta. A esto se sumaron las complicaciones en el embarazo de su mujer, lo que la hizo ausentarse varias veces de su trabajo, ausencias que, a pesar de ser justificadas con los correspondientes certificados médicos, le hicieron compensar de manera ilícita. “Los días de dependencia se tornaron cada vez peores, me hacían trabajar los sábados para compensar las inasistencias y empecé a sentir que me desplazaban por mi condición”, cuenta Carina. La presión a la que estuvo sometida por la sensación de discriminación que sufrió le generó un cuadro de estrés que la obligó quedarse de baja y aunque su mujer presentaba los correspondientes informes médicos en el cuartel, nunca los aceptaron. Finalmente, en su última nómina, apareció un concepto de “baja pendiente” y otro de “remuneración $0”. La notificación de su expulsión le llegó apenas unas semanas después del nacimiento de su hija.

Desde la Policía aseguran que Carina fue pasada expulsada por abandono de servicio e irregularidades en la presentación de los trámites médicos. El propio portavoz del Tribunal de Conducta Policial –órgano que decide las bajas y sanciones de los agentes- ha negado que la expulsión tenga nada que ver con las circunstancias personales de Carina. También quiso aclarar que la mujer todavía no ha sido definitivamente expulsada y que se encuentra a la espera de prestar declaración para aclarar este episodio. El funcionario sostiene que Carina suma un total de 35 faltas –según él- injustificadas, ya que no presentó a tiempo los correspondientes justificantes médicos. Villaroel se encuentra actualmente en situación de “disponibilidad”, una especie de medida preventiva equivalente a la suspensión de empleo y sueldo.

Carina y Soledad se encuentran ahora sin trabajo y pendientes de pagar el crédito que solicitaron para la inseminación artificial. A pesar de la discriminación sufrida y de los gastos que tienen que afrontar, la pareja afirma que no entra en sus planes rendirse y que seguirán luchando por ofrecer el mejor futuro para su hija. “Sentimos que será una niña feliz”, aseguran ambas.

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