Una escuela católica de Boston retira oferta laboral a un trabajador al descubrir que era gay y estaba casado.
Matthew Barrett (a la dcha) ha presentado una denuncia formal ante la Comisión Contra la Discriminación de Massachusetts después de que una escuela católica rescindiera una oferta laboral al conocer su condición de homosexual. Barrett, que acusa al centro de discriminación por razón de orientación sexual, aseguró que la Fontbonne Academy, una escuela preparatoria para chicas de Milton (al norte de Boston), le ofreció un trabajo como director de los servicios de alimentación y retiró su oferta de empleo después de que su directora descubriera que el marido de Barrett, Ed Suplee, aparecía como persona de contacto en caso de emergencia en un formulario con sus datos personales.
Dos días después de conseguir el trabajo, recibió un correo electrónico de la escuela donde le notificaban un “problema” con su empleo y le citaban para una reunión. Cuando acudió al centro en el día señalado, le dijeron que la escuela iba a retirarle su oferta de trabajo. “Ella [la directora] me dijo que la religión católica no reconoce el matrimonio entre personas del mismo sexo, y que ese era su razón para no contratarme”, ha asegurado Barrett en declaraciones a un medio local. Si la Comisión Contra la Discriminación de Massachusetts decide llevar a cabo una investigación sobre la denuncia de Barrett y emite una determinación de causa probable, este tendría la opción de presentar una queja en la corte civil estatal.
Varios abogados consideran que en este caso la escuela habría ido demasiado lejos al rescindir un contrato de un trabajador cuyas funciones nada tiene que ver con la función educativa o pastoral de un centro religioso. Barrett, de 43 años, lleva trabajando en la industria alimentaria durante más de dos décadas. “Si voy a estar planificando y elaborando las comidas para los estudiantes, no entiendo qué tiene que ver ser gay con el trabajo”, ha declarado Barrett, quien asegura además que “siempre he hecho bien mi trabajo” y que recibió “emocionado” la oferta para trabajar en Fontbonne en julio pasado. “Todo cuanto hice fue rellenar el formulario con honestidad”, ha agregado.
No se trata del primer caso de discriminación laboral por razón de la orientación sexual por parte de un centro católico del que nos hacemos eco. Una realidad que, por desgracia, parece ir en aumento. En diciembre pasado, sin ir más lejos, recogíamos la denuncia de un profesor gay despedido de una escuela católica por obtener una licencia para casarse con su pareja.
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