El Parlamento de Bulgaria rechaza un proyecto para penalizar la “propaganda homosexual”.
Los gays son unos ‘cabrones semidesnudos con alteraciones psicóticas’
El pasado jueves 30 de enero, el Parlamento de Bulgaria rechazó un proyecto de ley del partido ultraderechista Unión Nacional Ataque, que pretendía enmendar el Código Penal búlgaro para incluir un artículo que castigaría a quienes “con la organización o participación en eventos, manifestaciones y desfiles, o a través de los medios de comunicación e internet, manifiesten públicamente la propia orientación homosexual o la de otras personas”. El proyecto de ley establecía penas de 1 a 5 años de prisión y fuertes sanciones económicas para quienes vulnerasen el nuevo artículo del Código Penal.
La proposición de ley había sido presentada el pasado septiembre 2013 y rechazada por la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento en el mes de noviembre por encontrarla inconstitucional y discriminatoria. Sin embargo, logró ser programada para su debate parlamentario el 29 de enero de 2014, siendo defendida por los diputados de la coalición ultraderechista Unión Nacional Ataque con citas bíblicas y agresiones verbales contra la comunidad LGTB.
Según el diputado de la coalición Adrian Asenov, “la propaganda gay ha llegado a tales niveles que está poniendo en peligro la situación demográfica” del país, por lo que habría que impedir cualquier manifestación pública de homosexualidad. El fanatismo y el insulto homófobo impregnaban todo el discurso de Asenov, que se preguntaba “¿qué ocurre si voy a dar un paseo con mis hijos y veo a esos maricones semidesnudos con alteraciones psicóticas?, ¿qué ocurre con los derechos de los niños?, ¿no tienen el derecho a vivir en familias normales?” .
Pavel Shopov, otro de los miembros de la formación ultraderechista, abogaba por la armarización de la comunidad LGTB, arguyendo que “esos asuntos personales no pueden manifestarse públicamente y no pueden afectar a los niños y al resto de los miembros del público”. Ataque se ha caracterizado por su feroz oposición a la marcha del Orgullo de Sofía, que fue cancelada el año pasado debido a las presiones de la iglesia ortodoxa y las amenazas de los ultraderechistas.
Tuncher Kardzhaliev, miembro del Movimiento por los Derechos y las Libertades, y presidente de la comisión que rechazó la enmienda al Código Penal, afirmaba que el proyecto de ley era una violación de la normativa europea, del sistema legal contemporáneo y de los valores de una sociedad moderna. Kardzhaliev aconsejaba que “los diputados de Ataque amplíen su visión, porque incluso si quisiéramos que el mundo se detuviera, continuaríamos avanzando”. El proyecto de ley fue finalmente rechazado en la sesión parlamentaria del jueves 30 de enero.
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