Cuando la mejor arma contra un homófobo son sus propios argumentos.
En ocasiones, la mejor manera de luchar contra el prejuicio de los homófobos es utilizar sus mismas armas y enfrentarlos a su propio fanatismo. Así lo hizo Pamela Raintree en su confrontación con un concejal de su ciudad, que quería impedir la entrada en vigor de una legislación contra la discriminación de las personas LGTB.
El pleno del ayuntamiento de Shreveport, situado en el estado de Luisiana (Estados Unidos), aprobó una ordenanza para prohibir la discriminación en la vivienda y el empleo de las personas LGTB de la ciudad. Tan solo uno de los concejales, Ron Webb, había votado en contra. Webb además planteó una propuesta para impedir la entrada en vigor de la nueva ordenanza en base a la “libertad religiosa”.
El concejal Webb ya era conocido por sus comentarios homófobos. En una ocasión dijo que “he trabajado con homosexuales antes, pero no me relaciono con ellos, no creo que debamos hacerlo”. Concluyó añadiendo: “la Biblia dice que los homosexuales sois una abominación”.
Quizá por ello el pleno del ayuntamiento se llenó de ciudadanos deseosos de expresar su desacuerdo con la propuesta de Webb. Entre ellos Pamela Raintree, una activista transexual que no dudó en utilizar los argumentos del concejal en su contra. Como podéis comprobar en el vídeo que insertamos a continuación, Raintree se dirige al homófobo con una piedra en la mano y le espeta que “en el Levítico 20:13 se dice: ‘Si alguno se ayuntare con varón como con mujer, abominación hicieron; ambos han de ser muertos; sobre ellos será su sangre’. He traído la primera piedra, Sr. Webb, por si acaso su perorata bíblica no es solo una cortina de humo para ocultar sus prejuicios personales”.
Unos minutos más tarde el concejal Webb, visiblemente avergonzado, retiraba su propuesta sin someterla a votación.
Fuente Dosmanzanas:
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